La salvedad sería la cuarta entrega de la cinta de animación Kung Fu Panda, cuyas secuelas han ido espaciándose cada vez más en el tiempo. De hecho, esta llega ocho años después de la anterior y el doble de tiempo desde el debut del personaje, coetáneo de otras grandes sagas animadas como Shrek. Si mantiene el nivel, buena ocasión para reencontrarse con este peculiar maestro de artes marciales y su amplia legión de secundarios, aunque sin novedad alguna.
Propuesta bien distinta la que nos llega de Japón, Blue Giant, otra película de animación, centrada en este caso en el mundo del jazz, con varios jóvenes que tratan de triunfar en la música.
Los pequeños amores es el único estreno español, inaugurando digamos la nueva temporada posGoya, para lo que nos propone una nueva reunión de madre e hija, esta vez con la piel de Adriana Ozores y María Vázquez, a las órdenes de María Rico.
Francia domina por cantidad, ya que es la única que presenta dos novedades. La curiosidad es La bestia en la jungla, adaptación de la novela de Henry James con una pareja que se echa miraditas en una discoteca a lo largo de 25 años en los que van cambiando las modas musicales, en un homenaje del escritor neoyorquino a los clubs parisienses. También original pero más interesante resulta Vincent debe morir, que a punto ha estado de llevarse el gato al agua con un film a medio camino entre una original vuelta de tuerca al género zombi y una atrevida crítica a este mundo de haters que amarga las redes sociales. Y es que, ¿qué pasaría si cada tweet de odio se convirtiera en una agresión real?
Pero esta vez triunfa La extorsión, anodino título para la que nos venden como 'la película argentina más taquillera del año', un thriller sin respiro en torno a un piloto al que da vida uno de los mejores intérpretes de dicho país, Guillermo Francella, al que es imposible no recordar por El secreto de sus ojos (2009). Y ahí el film ya tiene mucho ganado.
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