sábado, 26 de junio de 2010

Me gusta que me mientas


Lo reconozco, estoy enganchado a ‘Miénteme’. Finalizada ‘Perdidos’ y a la espera de la última temporada de ‘24’, la serie protagonizada por Tim Roth se ha convertido en todo un descubrimiento, capaz de generar esa adicción que hace que esperes cada capítulo con impaciencia, y eso que aquí estamos ante la ‘típica’ serie policiaca de capítulos autoconclusivos.

‘Miénteme’ lleva el sello de Brian Grazer, el mismo productor que ‘24’ (ambas son de la Fox), y, no nos engañemos, su identidad visual remite al sello de ‘CSI’, la serie que más ha influido en los últimos tiempos en cuanto a seriales policiacos. De nuevo tenemos un grupo de personajes encargados de resolver casos de lo más complicados. La originalidad reside en el método y en los casos en sí. En cuanto a lo primero, la serie recuerda a ‘The closer’, al basarse en gran medida en interrogatorios, y la clave son las expresiones faciales y corporales, que delatan la verdad por mucho que alguien se empeñe en ocultarla. (Inciso: el apellido del protagonista, Lightman, significa en inglés ‘el hombre de la luz’, por tanto, el que trae la verdad).

Pese al escepticismo que pueden generar las teorías que defiende ‘Miénteme’, basadas al parecer en los planteamientos de Paul Ekman, un especialista que puede interpretar las señales que dan el rostro, el cuerpo y la voz, el creador de la serie, Samuel Baum, lleva a cabo un gran trabajo a la hora de darles credibilidad, y no tienen pérdida los ejemplos reales con imágenes de políticos y famosos.

La otra originalidad son los casos a investigar, de lo más variado, y donde caben desde averiguar si una mujer dice la verdad sobre una posible violación o si un policía miente al decir que disparó porque la víctima le apuntaba, a descubrir el secreto detrás de una oleada de suicidios o colaborar en el rescate de unos obreros atrapados en un derrumbe.

La mayoría de capítulos alternan una trama principal y una secundaria, en las que la verdad acaba siendo mucho más complicada de lo que parece a simple vista. Garantizado: siempre hay sorpresa y el desarrollo de los elaborados argumentos se asemeja más al de una película que al de una serie al uso.




Entre las bazas de ‘Miénteme’ están sus protagonistas, no sólo Tim Roth, magnífico como Cal Lightman, sino también Kelli Williams como su socia, Gillian Foster, y el descubrimiento de Monica Raymund como Ria Torres, la última adquisición del Grupo Lightman. A diferencia del protagonista, que lo ha aprendido todo investigando, Ria tiene facultades naturales y suele chocar con Cal en su relación maestro-aprendiz. En cambio, al cuarto protagonista, Eli Loker, interpretado por Brendan Hines, da la impresión de que no le sacan todo el partido posible.

La serie mantiene un gran nivel desde el principio, pero destacan sobre todo los dos últimos capítulos, los mejores de la temporada. En el 12 la trama gira en torno a un violador en serie y recuerda a ‘El silencio de los corderos’, mientras que en el 13 tratan de detener a unos presuntos terroristas suicidas. En ambas entregas debuta Mekhi Phifer (el doctor Pratts de ‘Urgencias’), que se suma al reparto como agente de enlace con el FBI, potenciando el tono de acción de la serie.

En el apartado de secundarios también destacan Emily, la hija de Cal, y la ex mujer de este, Zoe, interpretada por la Jennifer Beals de ‘Flashdance’, que aparece en un par de capítulos. El triángulo entre Cal, Zoe y Gillian (por la que es evidente que Cal se siente atraído) puede ser uno de los puntos fuertes de la segunda temporada, al igual que un mayor protagonismo por parte de Emily y las revelaciones sobre el misterioso pasado del protagonista. Yo no me la perdería.

El detalle: Y no me olvido del tema musical de la serie, ‘Brand new day’ de Ryan Star. Fue lo primero que me enganchó.



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