jueves, 24 de marzo de 2011

Jack Bauer+Jason Bourne= ¿James Bond?

Ataco el post que tenía previsto antes de que nos quedáramos sin Elizabeth Taylor. Vía La Sexta reviso ‘Quantum of solace’ (2008), y la verdad es que mi opinión no ha cambiado un ápice desde que la viera en pantalla grande. La hasta ahora última aventura de James Bond mantiene las señas de la anterior entrega, que supuso el debut de Daniel Craig y un reinicio de la serie (lo que ahora llaman reboot), pero resulta muy inferior a aquella.

Resulta de lo más curioso que esta nueva etapa del agente británico parezca inspirada en dos personajes cuyas iniciales coinciden con las de Bond, Jack Bauer y Jason Bourne. Del segundo mimetiza sus escenas de acción, especialmente peleas y persecuciones por los tejados, con las que la saga Bourne aportó cierta renovación al género. Y de ‘24’ toma sobre todo el ir por su cuenta. O a nadie le suena eso de ‘te retiramos la licencia de agente y apártate del caso’? Anda que no ha dejado Bauer de ser agente de la UAT venga veces…

Ocurre que en ‘Casino Royale’ había mucho más, desde un guión bien medido a una magnífica caracterización de los personajes principales (Bond y Vesper), pasando por una acertada combinación entre clasicismo y renovación en cuanto al tono del film. Por algo es, posiblemente, el mejor de la saga.

En ‘Quantum of solace’ el guión adolece de simple y la excusa de continuar la historia queda bastante desaprovechada. Que ya no estamos viendo a Bond, sino a Bourne o a Bauer, resulta aquí mucho más evidente, y empieza a cansar esa pose de macarra de Craig, tan alejada de Brosnan, que, seamos serios, nació para interpretar este papel. Craig lo hacía con nota en su primer intento porque allí tenía un papel que interpretar, pero al simplificarse este papel resulta evidente que es un buen actor, pero algo falto de carisma.

Y quien naufraga por completo es Marc Forster, un director que se ha revelado ya demasiado irregular, y que parece depender en exceso de un buen guión. Magnífico en ‘Monster’s ball’ o ‘Descubriendo Nunca Jamás’, ya patinaba en ‘Tránsito’ o ‘Cometas en el cielo’, y aquí se estrella por completo. Básicamente porque hablamos del film de Bond con más secuencias de acción (¿alguien ha dicho Bourne?) y Forster demuestra en cada una de ellas que no sabe dirigirlas… o montarlas, que esa es otra.

En cuanto a las chicas Bond, Olga Kurylenko deja patente que aún es más modelo que actriz, y Gemma Arterton aparece demasiado poco en escena como para mostrar todas las cualidades que exhibió en ‘Prince of Persia’, como su habilidad para la comedia. Pero lo peor es que ambas parecen mucho menos atractivas que en la mayoría de sus películas…

Y no voy a hablar del penoso doblaje que sufren tanto la Kurylenko como Mathieu Amalric, bastante flojo por otra parte, en su encarnación del malo de la función. Que, curiosamente, tiene los mismos planes que el malo de ‘Rango’, hay que ver.

Por cierto, ¿a nadie le parece que Jeffrey Wright interpreta el mismo papel que en 'Syriana'?

En cuanto a Judi Dench, pues perfecta, como siempre, incluso un poco más.

El detalle: Desde luego no me sorprendió ganar la apuesta que hice con un amigo a que no doblarían el título. ‘Un poco de consuelo’, lo que busca Bond tras la muerte de su amada en ‘Casino Royale’, no hubiera sido muy comercial. Y se hubiera cargado el doble significado, ya que Quantum es también el nombre de la organización criminal contra la que lucha Bond.

Por cierto, los fans de 'Castle' os llevaréis una sorpresa en la última escena del film.


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