Última semana de estrenos del año, y nos quedamos sin material nuevo por parte de la industria española. Menos mal que Francia siempre está ahí para echar un capote, casi repartiéndose a medias las novedades de la semana con los USA.
La comedia siempre les funciona de maravilla a nuestros vecinos, así que tenemos doble ración: Benito Sansón y los taxis rojos, cinta más dirigida al público infantil, con Jean Reno y un niño con superpoderes, y Vuelta a casa de mi madre, otra cuyo título lo dice todo, y que recurre a un tono humorístico para hablar de la situación de los cuarentañeros a los que la crisis ha obligado a volver a casa de los padres.
Pero la cinta gala de la semana no es otra que Frantz, último trabajo de uno de sus mejores cineastas, François Ozon, que aquí se atreve con un remake del Remordimiento de Lubitsch, con la historia de un soldado francés que traba relación con la novia de un soldado alemán al que mató en la Primera Guerra Mundial. Y parece que Ozon ha salido más que airoso del envite.
Cuatro son las novedades que nos llegan desde Hollywood. De menos a más, empezamos por La última canción, romance entre Rebecca Hall y Jason Sudeikis, mientras él escribe la biografía del fallecido cantante de folk y marido de ella.
Si preferís la acción y el suspense, Mine (que traduciríamos como Mina, de bomba) es lo nuevo de los productores de Buried, con un argumento muy similar. Aquí es un soldado, encarnado por Armie Hammer (El llanero solitario), que pisa una mina y si levanta el pie... Y a partir de ahí, le ocurre todo lo que podáis imaginar.
El primer plato fuerte de la semana, y tal vez el mejor, es Comanchería, curiosa traducción del original Hell or high water (algo así como Infierno o inundación, una frase hecha anglosajona que bien podría traducirse como 'entre la espada y la pared'), que supone una de las primeras apuestas fuertes para los Oscar y que resulta ser el guión que encabezó la Lista Negra del 2012, el listado elaborado por un productor con los mejores guiones, a su juicio, no producidos. Jeff Bridges, Chris Pine y Ben Foster encabezan el reparto de un film que parte con un argumento muy a lo Cohen, con dos hermanos que para pagar la hipoteca deciden atracar sucursales del mismo banco y pagarle con su propio dinero. Pero claro, todo se complica.
Y llegamos a la cúspide con Passengers, film que, mucho me temo, se quedará muy lejos de sus posibilidades (aunque seguramente no tanto como Assassin's Creed: directamente infumable). El último gran blockbuster de estas navidades apuesta de nuevo por la ciencia ficción y trae a las dos estrellas con más tirón del Hollywood actual, Jennifer Lawrence y Chris Pratt, como los únicos astronautas que se despiertan en pleno viaje interestelar en el que se supone que toda la tripulación debía dormir hasta llegar al destino.
La clave de todo, y no sé hasta qué punto esto es espoiler, es que primero despierta él, y al verse ante la tesitura de morir antes de llegar al destino (programado para un siglo después) y vivir solo el resto de su vida, no se le ocurre otra cosa... que despertar a una chica, quien por supuesto cree que ha despertado por error... Parece que la cosa deriva más hacia la acción que al estudio de cómo afecta la soledad al ser humano, así que The Martian creo que va a quedar como la mejor de todas estas películas de temática similar que se han estrenado en muy pocos meses.
Ah, teníamos otro film USA: Pelé, para los futboleros con 'mono' de partidos.
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