Como regalo de Reyes os dejo el post de la segunda temporada de ‘Miénteme’, la serie protagonizada por Tim Roth en el papel de Cal Lightman, un investigador que se dedica a determinar si alguien miente basándose en pruebas científicas. Ya mencioné en el balance de 2010 que ha sido la revelación en cuanto a nuevas series, primero con una temporada inicial de 13 episodios, y aún más con la segunda, esta vez de 22.
No se puede negar que la temporada empieza fuerte. En el primer capítulo una joven con personalidad múltiple cree haber presenciado un asesinato, todo un reto para Cal, y en el segundo episodio tenemos a un joven acusado de violar a una menor… un joven de color, con lo que el racismo entra en escena, mientras el resto del equipo tiene que comprobar si el líder de una secta retiene contra su voluntad a sus discípulos. Dos temas complejos que dan para mucho, aunque con resoluciones no demasiado satisfactorias.
A diferencia de lo que vaticinaba al final de la primera temporada, la ex mujer de Cal no se convierte en personaje habitual, sino que volverá a aparecer sólo en contadas ocasiones. En cambio la hija de ambos, Emily, sí interviene en la mayoría de episodios, como en el tercero, en el que acompaña a papá a un viaje a México, donde tendrán que resolver un caso en el que de nuevo nada es lo que parece, una de las marcas de la casa. Al mismo tiempo la socia de Cal, Gillian Foster, tendrá que resolver otro caso con la colaboración de un rival de Lightman.
A partir de ahí los episodios con dos tramas, la mayoría en la primera temporada, casi pasan a la historia y lo habitual será un único caso, como el del cuarto capítulo, en el que un hombre que presuntamente ha matado a su mujer retiene a Cal como rehén en sus oficinas, una situación ya vista en ‘Urgencias’ o ‘House’, siempre con buenos resultados. Los dos posteriores episodios sirven para conocer un poco mejor el pasado de Cal y del agente Reynolds, con el regreso del mejor amigo del primero y un episodio especialmente oscuro de la biografía del segundo.
Después vendrán un viajecito de Cal a Afganistán en plenas navidades y otro a Las Vegas, donde le fue prohibida la entrada por utilizar sus habilidades científicas para ganar al poker. Pero lo mejor viene a continuación, con otro de esos episodios al nivel de las mejores películas de acción y suspense, en el que un hombre amenaza con volar un edificio aunque no es seguro que realmente tenga una bomba… y como siempre, nada es lo que parece.
De manera increíble, la serie se sigue superando episodio tras episodio, y así, se suceden un impresionante enfrentamiento entre Cal y un 'Hannibal Lecter' de 26 años, y a continuación uno de los mejores capítulos, en el que a Cal vuelve a perseguirle el pasado, concretamente su etapa en el Pentágono, lo que da lugar a una trama en el más puro estilo ‘24’ que arranca con un coche bomba que casi se lleva por delante a Loker, uno de los ayudantes de Cal, y además nos permite descubrir cómo se conocieron Cal y Gillian, cuya relación es puesta a prueba por un secreto que ella le ha estado ocultando durante siete años.
Luego viene la participación de Cal como testigo en un juicio en el que la abogada de la defensa es su ex. Cal se lo pasa en grande, luciéndose Tim Roth con su faceta más cómica, en un capítulo que recuerda a ‘El jurado’ de Grisham, y cómo no, con un desenlace imposible de adivinar. Más adelante descubriremos que Rhea Torres, la otra ayudante de Cal, tiene una hermana, y la complicada relación entre ambas tendrá más interés que la trama de misterio, con un final impresionante. Corrupción policial, un asesinato en plena campaña electoral o peleas callejeras, serán otros de los problemas que tendrá que afrontar el Grupo Lightman, entre los que destaca el capítulo 19, en el que uno de los primeros casos de Cal y su entonces mujer reaparecerá poniéndolos a todos a prueba.
Esta temporada tiene un final algo más flojo que la precedente, no en vano aquella se cerraba con los dos mejores episodios hasta ese momento. Esta vez no se llega a ese nivel, aunque se queda cerca, primero con el caso de una joven actriz porno obsesionada con huir de su padre, y después con el asesinato de una amiga de Cal en el que parece implicado un concejal.
La única pega que le veo a esta segunda temporada es que las relaciones entre los protagonistas apenas avanzan y se echa un poco en falta alguna trama general que vaya desarrollándose a lo largo de los capítulos. Sin embargo, el elevado nivel de cada argumento hace que siga enganchado a ‘Miénteme’ como hacía tiempo que no me pasaba con una serie de capítulos autoconclusivos (ya hablaremos de ‘Fringe’…) y que mi admiración por los guionistas crezca capítulo a capítulo. Habrá que ver la tercera temporada.
Y tras el tráiler del capítulo 19, los SPOILERS, referentes a las relaciones entre los protagonistas.
Aunque parece evidente que Cal y Gillian sienten algo el uno por el otro, sobre todo él, este romance parece que tendrá esperar. Cada uno se echa pareja en esta segunda entrega, y en ambos casos la pareja va a dar mucho juego...
Quien se queda pronto sin pareja es Rhea. El policía con el que salía al final de la primera temporada desaparece sin ninguna explicación y poco a poco se va produciendo un acercamiento entre ella y Loker, que culmina en la recta final de la temporada… y promete dar que hablar en la tercera.
En cuanto al agente Reynolds, va perdiendo protagonismo a medida que pasan los capítulos, sin que los guionistas (casi el único pero a su labor) parezcan saber qué hacer con él… y después de lo que ocurre en el último episodio de la temporada no está muy claro que vaya a seguir formando parte del reparto…
No hay comentarios:
Publicar un comentario