La cuarta temporada de
la era moderna del Dr. Who fue la tercera y última de David Tennant en el rol
principal. Hasta ese momento, y salvo la primera temporada, con ChristopherEccleston como el Doctor, Tennant se había convertido en el corazón de la
serie, así que su despedida tenía que estar a la altura. Y vaya si lo estuvo…
aunque el actor aún aparecería en cinco especiales antes de dar el relevo.
Esta nueva entrega de
la serie mantiene un nivel medio más que notable en la mayoría de los
episodios, y de nuevo tiene un desenlace por todo lo alto, que además cierra
por completo, o casi, la mayoría de tramas abiertas durante estas cuatro
temporadas, especialmente por lo que respecta a las compañeras del Doctor.
Hablando de compañeras,
aquí tenemos a la tercera de la era moderna, Donna Noble, una pelirroja que se
caracteriza por su verborrea y desparpajo, interpretada magistralmente por
Catherine Tate, que aprovecha su vena cómica a la menor ocasión. Eso sí, ya desde
el principio, casi se intuye que no va a ser una compañera de largo recorrido,
y es que su presencia, como la de su predecesora, Martha Jones, se reduce a una
sola temporada.
Lo cierto es que Donna
Noble lo tiene difícil para hacer olvidar a las anteriores compañeras, ya que,
para empezar, estas insisten en reaparecer una y otra vez, especialmente
Martha, presente en cinco episodios de esta temporada. También reaparecerá Rose
Tyler, el gran amor del Doctor en la era moderna, e incluso Sarah Jane Smith,
la mejor compañera de la era antigua, que aparece por segunda vez en esta
etapa.
Donna incluso
desaparece por completo en el episodio 10, Medianoche, y si el Doctor y Rose
estaban enamorados el uno del otro, mientras que la atracción de Martha hacia
el Doctor no era compartida, aquí digamos que hay una buena amistad, y ambos se
empeñan una y otra vez en decir que no son pareja. Eso sí, la química entre
Catherine Tate y David Tennant es brutal, y ella se gana al espectador desde el
primer momento.
Y ahora vamos con el
análisis capítulo a capítulo.
Para abrir boca, el ya
tradicional especial navideño lleva al Doctor, que acaba de despedirse de
Martha, a una versión galáctica del Titanic, donde tendrá como compañera
ocasional nada menos que a Kylie Minogue.
Ya en el primer
capítulo, el guionista oficial, Rusell T. Davies, orquesta el reencuentro entre
el Doctor y Donna, que ya coincidieron en el desternillante especial navideño
anterior, en el que él acababa de perder a Rose y ella iba a casarse. Como
excusa, ahora tenemos la invasión de unos cómicos mini alienígenas… hechos de
grasa humana. Davies en estado puro.
Para no perder la
costumbre, en los siguientes episodios viajamos al pasado, para descubrir el
verdadero motivo de la destrucción de Pompeya –y ojo a uno de los secundarios,
porque asumirá el rol del Doctor en la nueva temporada que está a punto de
estrenarse, la octava-, y al futuro para conocer toda la verdad sobre los ood,
esos alienígenas tan feos y serviciales a los que ya hemos visto en más de una
ocasión. Un episodio que supone un formidable alegato contra la esclavitud.
La primera aventura
doble, además de una leve reflexión sobre la contaminación producida por los
vehículos, supone la reaparición de Martha Jones, que también acompañará a los
protagonistas en el siguiente episodio, en el que conoceremos… a la hija del
Doctor, en este caso con nuestro protagonista más antibelicista que nunca.
Luego viene uno de mis
episodios favoritos de la temporada, en el que los protagonistas viajan al
pasado para conocer a Agatha Christie y resolver uno de sus típicos misterios,
justo en el día en el que la escritora desapareció, sin que en la actualidad se
haya aclarado qué ocurrió durante el tiempo en el que no se supo nada de ella.
Lástima que el bizarro argumento gire en torno a una abeja gigante, pero,
bueno, esto es Dr. Who.
La siguiente doble
aventura es uno de los momentos álgidos de la temporada, con un
planeta-biblioteca en el que han desaparecido todos los habitantes como
escenario de varias tramas entrelazadas y un montón de misterios a cual más
intrigante. Lo mejor, el personaje encarnado por Alex Kingston, la doctora Corday de Urgencias –y a la que este verano también hemos podido ver en Arrow como la
madre de Laurel-, que parece destinado a tener una relación muy especial con el
Doctor en el futuro. Y no podemos decir nada más.
Y a partir de ahí,
Davies retoma a su criatura para toda la recta final empezando por Medianoche,
que empieza de la manera más anodina, con el Doctor, sin Donna, de viaje en
tren con un reducido grupo de pasajeros. Davies firma uno de sus mejores
guiones, en el que la comicidad va dando paso al terror de una manera
progresiva pero imparable, y donde el Doctor está más contra las cuerdas que
nunca cuando el miedo hace aflorar lo peor del ser humano.
En el siguiente
episodio, cambio de tercio, y ahora es el Doctor el que cede todo el
protagonismo a Donna y a su especial relación con los universos paralelos. El
argumento, una mera excusa para ver cómo hubiera sido todo si ella y el Doctor
no se hubieran conocido, empezando por la muerte de Martha Jones.
En este capítulo ya
reaparece Rose y sirve de preludio al megaclímax de la temporada. Difícil lo
tenían para superar los finales de las tres anteriores, pero digamos que están
a la altura, aunque sea por acumulación. La nueva amenaza es tan mortífera que
el Doctor necesitará a todos sus aliados para hacerles frente. Así que vuelven
todas sus novias –con familiares incluidos-, el capitán Jack y sus compañeros
de Torchwood, alguna expresidenta de Gran Bretaña e incluso K9, el perro
robótico.
El grand finale, con último episodio de una hora incluido, supone,
pues, la reunión de los personajes más importantes de la era moderna del Doctor
Who, varios de ellos ya con serie propia en aquel entonces, aunque lo mejor es cómo se revela el lado oscuro del personaje y se muestra su evolución en estas temporadas, pero sobre
todo el destino definitivo que les aguarda a Rose y a Donna, de nuevo con
Davies acertando de pleno para cerrar el primer gran capítulo de la era moderna
del Doctor… aunque aún nos quedan cinco especiales para conocer el final de
la era Tennant.
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