viernes, 18 de enero de 2013

El estreno: Lincoln, ¿la película del año?


Semana de estrenos de Oscar a tutiplén, y a falta de un peso pesado, pues dos, que se suman a los que han ido cayendo en las últimas semanas. Llega lo último de Quentin Tarantino, Django desencadenado, que podría ser el estreno de la semana, de no ser porque hablamos de quien hablamos, y por tanto bien pudiera ser 'la última mamarrachada de Tarantino', otro de los cineastas más sobrevalorados de Hollywood, junto a los Coen, Tim Burton y otros.

No tengo dudas de que Tarantino podría ser, pero de verdad, uno de los grandes. El problema es que hasta ahora el Tarantino director ha estado muy por encima del Tarantino guionista, y no ha hecho nada que sea realmente digno de mención desde su obra maestra, Jackie Brown, en la que por supuesto se basaba en un texto ajeno. Ahora vuelve con otra cinta de género. Si en la anterior, Malditos bastardos (donde como de costumbre las escenas extraordinarias se alternaban con otras directamente ridículas), le tocó el turno al cine bélico, ahora Tarantino nos ofrece 'su' western, con un esclavo renegado, el Django del título, encarnado por Jamie Foxx, que sigue a un cazarrecompensas para recuperar a su esposa. El cazarrecompensas es Christoph Waltz, que sin duda estará al gran nivel de Malditos bastardos, que le valió el Oscar al mejor secundario. Ahora ya lleva un Globo de Oro, arrebatado a Leonardo DiCaprio, que por primera vez hace de malo, y no me cabe duda de que será su peor interpretación, rompiendo una magnífica racha. Lo dicho, cosas de Tarantino... que a mí no me saca los cuartos hasta que espabile.

Pese a todo, lo único que impide que Django desencadenado sea el estreno de la película es, mira tú por donde, otro film que aborda la esclavitud, pero de una manera mucho más seria. En Lincoln Steven Spielberg va a por todas, a por su tercer Oscar, con otro film de temática más que seria, la etapa crucial en la vida del presidente más venerado por Estados Unidos, los cuatro meses en los que abolió la esclavitud y concluyó la guerra civil norteamericana. Todo apunta a que, a diferencia de los Globos de Oro, donde han ganado Los Miserables y Argo (sin olvidar, en lo televisivo, Homeland 2 y Girls), en los Oscar arrasará, y es que en los USA Lincoln es mucho Lincoln, y Spielberg es mucho Spielberg. Y por si no os convence el interminable elenco de secundarios, o el carácter más que político del film, que gira en torno a la votación de una moción, ahí está Daniel Day Lewis, dispuesto a brindar otra interpretación memorable (tras el lapsus de Nine). Veremos si es la película del año.

No hay comentarios:

Publicar un comentario