domingo, 13 de enero de 2013

'Scream 4': la nueva generación no da para más


Uno de los principales males que aquejan al Hollywood actual es la falta de ideas, o más bien la obsesión de los productores por asegurarse el éxito en taquilla, lo que se traduce en estirar sagas de éxito con más y más secuelas, además de nuevas versiones de antiguos éxitos, los tradicionales remakes, y los ahora llamados reboots, consistentes en volver a presentar a un personaje ya conocido pero desde un nuevo punto de vista.

En esta línea parecía inscribirse la decisión del director Wes Craven de retomar su saga más exitosa, Scream, con una cuarta entrega que llegaba en el año 2011, 15 años después de la película que abrió la serie y, más importante aún, una década después del que había sido el último film de la franquicia, el que cerraba una trilogía bastante redonda que sirvió para relanzar el cine de terror juvenil. ¿Estaría la nueva entrega a la altura?

Craven volvió a contar, inicialmente, con Kevin Williamson, guionista de las dos primeras películas, pero que finalmente dejó la producción, de manera que el texto fue reescrito por Ehren Kruger, que ya se había encargado del guión del tercer film. La acción, pues, se sitúa una década después de aquel, y uno de los alicientes es ver qué ha sido de los protagonistas que sobrevivieron a la trilogía original, y que como podéis ver en el cartel son la protagonista principal, Sidney Prescott, encarnada por una Neve Campbell cuya carrera había ido perdiendo fuelle, y la pareja formada por el sheriff Dewey y la reportera Gale Weathers, a quienes encontramos felizmente casados, y de nuevo interpretados por la entonces pareja en la vida real formada por David Arquette y Courtney Cox, esta última en su mayor éxito cinematográfico.

Junto a ellos encontramos a la que podemos llamar 'segunda generación' de Scream, un montón de jóvenes de instituto que sustituyen a los protagonistas originales en este apartado. Aquí Craven ha priorizado el reparto femenino, en el que encontramos desde la sobrina de Julia Roberts, Emma, a la animadora de Héroes, Hayden Panettiere. También tenemos jóvenes geeks, en una nueva generación adicta a las redes sociales, lo que abre nuevas posibilidades al asesino de la máscara, bastante bien explotadas en el film.

El director, que lo tenía francamente difícil para superar el nivel de los prólogos de las tres entregas anteriores, recurre a autoparodiarse, con hasta una triple apertura de cine dentro del cine, donde de nuevo tiene la complicidad de un extenso plantel de jóvenes actrices, en su mayor parte televisivas, dispuestas a ser las nuevas reinas del grito, siguiendo el camino marcado por Drew Barrymore en el imprescindible inicio del film original. A destacar Anna Paquin y Kristen Bell, en uno de los prólogos más inspirados.

A partir de ahí, Craven va mostrando posibles sospechosos para la nueva cadena de muertes, más prolífica y brutal que en las anteriores entregas, tal y como corresponde a los nuevos tiempos cinematográficos, según expone uno de los personajes en el propio film en una nueva escena marca de la casa, donde se ponen al día las normas de este subgénero como ya se hiciera en la película original. ¿Será el asesino la siniestra tía de Sidney, que parece bastante zumbada, o el novio de la prima de la protagonista, que parece estar reviviendo la historia original? ¿O la nueva ayudante del sheriff, que parece obsesionada con Sidney?

Al final, Scream 4, con su mezcla de secuela y reboot, ofrece diversión, humor, terror y la sensación de volver a estar en casa para los fans de la saga, tal como ocurre con El hobbit, de la que hablábamos hace poco. Pero al igual que ocurría con esta última, no esperéis ninguna originalidad. Ese es el principal lastre de esta cuarta entrega de la saga, que sortea con habilidad la falta de ideas para lograr una aceptable actualización del concepto original, que muy posiblemente guste más a quienes vieron la anterior trilogía que a quienes descubran por primera vez a Ghostface. El problema es que la historia ya ha dado todo lo que podía dar de sí y no parece que la nueva generación esté a la altura de la precedente, por lo que este debería ser el definitivo capítulo final, so pena de arruinar el recuerdo de una saga que ha pasado por derecho propio a la historia del cine de terror. La aventura ha sido fantástica, pero ya no da para más.

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