La tendencia al alza de Smallville se confirmó en la tercera temporada, la
mejor hasta ese momento, en la que las figuras paternas se ciernen sombrías
sobre los dos protagonistas, Clark (en este caso hablamos de Jor-El) y Lex,
condicionando sus acciones.
La nueva entrega, que mantiene al mismo reparto que la anterior, arranca
con un díptico en el que tanto el vástago de los Kent como el de los Luthor lo
van a pasar realmente mal (bueno, uno bastante peor que el otro, incluyendo un matrimonio fallido), y van a
arrastrar las consecuencias de ese verano durante el curso siguiente. Y es que
se mantiene la estructura de que cada temporada narra un curso escolar y el
verano es el periodo entre temporada y temporada.
El díptico también trae un nuevo villano, encarnado nada menos que por
Rutger Hauer, quien desvela un muy oscuro secreto del pasado de Lionel que
llevará de cabeza a Lex toda la temporada. Pero Lionel no está dispuesto a
pagar por sus antiguos pecados y aprovechará el frágil estado mental de su
hijo para internarle en un psiquiátrico. Será en los capítulos 8 y 9, Destrozado y Manicomio, uno de los puntos álgidos de esta tercera entrega, tras
el cual tendremos a un Lex aparentemente recuperado, pero que ha olvidado dos
semanas de su vida… y con ellas secretos que atañen a Lionel… y a Clark.
La siempre complicada relación entre Lionel y Lex llegará finalmente a su
punto máximo de conflicto, al tiempo que en el capítulo 18, La verdad, de lo mejor de la temporada,
se desvela el verdadero secreto que ha atormentado a Lex desde niño y que ha
abierto una brecha insalvable entre él y su padre. No acabarán ahí los problemas para Lex, ya que Clark acabará por descubrir
que su amigo no ha dejado de investigarle desde que le salvara la vida al
inicio de la serie, lo que pondrá a prueba su amistad.
Y no corren buenos tiempos para Clark, a quien los planes de Jor-El
complicarán aún más su vida social. No serán fáciles las relaciones con Chloe,
sobre todo cuando esta descubra que hacer negocios con Lionel no es algo
agradable, y aún menos con Lana, ya harta de que Clark no confíe en ella y le
oculte secretos. La joven no solo dará por concluida cualquier posibilidad de
romance con Clark, sino que empezará a salir con otro chico… que por supuesto
oculta un importante secreto. En cuanto a Pete, sigue siendo el personaje más flojo de la serie, aunque
va a descubrir que saber el secreto de Clark tiene un precio.
La temporada vuelve a contar con una aparición de Christopher Reeve, y
entre los distintos episodios destaca el quinto, con la presentación de Perry White, el
director del Daily Bugle en los cómics. Pero la trama central se centra, por un lado, en los continuos experimentos
de Lionel con la kriptonita, en una búsqueda cada vez más descontrolada por
escapar de su destino, con John Glover como la auténtica estrella de la serie, y por otro, en los intentos de Jor-El por lograr que
Clark acepte su legado kriptoniano.
Todo hasta un último capítulo en el que una tan angelical como diabólica -y casi debutante- Adrianne Palicki interpreta a una supuesta Kara de Krypton, es decir, Supergirl. El desenlace, más
continuará que nunca, se tiñe de tintes apocalípticos y deja graves dudas sobre
la continuidad de la práctica totalidad del reparto, con varios personajes
abandonando Smallville y otros con pie y medio –si no los dos- en la tumba, incluyendo incluso un 'homenaje' a las masacres finales de la saga El Padrino.
Hasta ahora, de lejos, el final de temporada más logrado, que deja con muchas
ganas de saber cómo continuará la serie.
El detalle. En el capítulo 4, Sopor, Clark sufre unas pesadillas muy
especiales. Y dado que los sueños se producen en la fase REM, la banda sonora
de este episodio se compone exclusivamente de canciones... de la banda REM.
Y ojo al tráiler, que es SPOILER total:
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