viernes, 2 de diciembre de 2011

El estreno: ¿Y si el tiempo fuera la única moneda?

Hacía tiempo que no había un fin de semana como este, tan lleno de estrenos atractivos e interesantes, al menos a priori. Tenemos la segunda entrega de la animada 'Happy feet' para los peques y lo último de dos directores tan consagrados como Robert Redford, con un drama histórico sobre el juicio a los asesinos de Lincoln y un reparto de lujo (Robin Wright, James McAvoy...), y Gus Van Sant, con una cinta romántica protagonizada por Mia Wasikowska, la Alicia de Burton, que también estrena este finde la última versión de 'Jane Eyre'. E incluso tenemos una de acción boxística, ciencia ficción y cine familiar, 'Acero puro', con Hugh Jackman y la Kate de 'Perdidos', que hasta puede estar bien...

...pero el ganador es Andrew Niccol, un hombre que nos ha regalado pequeñas maravillas como 'Gattaca' o 'El señor de la guerra', y cuya última propuesta, 'In time', es de las que más me han atraído este último año. La verdad, me gustaba más el primer título que se barajó, 'I'm mortal', pero bueno... Si ya me interesaba el proyecto, la frase que me encanta del tráiler televisivo es ésta: 'No puede haber alguien que sea inmortal mientras otros mueren'.

Vale, cambiémosla por esta otra: 'No puede haber nadie que sea millonario y se dé la gran vida mientras otros se mueren de hambre', o 'No puede haber bancos que siguen con millones de beneficios anuales mientras a la gente la echan de sus casas por no poder pagar la hipoteca'. Pues de eso se trata. Niccol, director y guionista, vuelve a recurrir a la ciencia ficción para reflexionar sobre el presente y el funcionamiento de la sociedad, tomando como pretexto un futuro en el que, gracias a la genética, nadie envejece ni muere. De modo que el tiempo es la nueva moneda: todos mueren a los 25 años, salvo que consigan más tiempo. Y si lo gastan, mueren antes.

El problema, vistas algunas críticas, es que parece que Niccol se queda a medio camino: ni llega al fondo en su crítica social (aunque está muy por encima de lo que sería normal en Hollywood), ni al menos factura un mega thriller espectacular. Tampoco es que la pareja protagonista me vuelva loca, Justin Timberlake cada vez más estrella como actor, y Amanda Seyfried tratando de demostrar que es más que una cara bonita. Me atraen más los secundarios: Cillian Murphy y Olivia Wilde ¡como la madre de Timberlake!

Ey, pero es Niccol, así que habrá que verla.

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