El estreno de Boardwalk Empire levantó una gran expectación, no en vano
suponía el debut de Martin Scorsese en televisión. El director se ocupó del
piloto, que, dicho sea de paso, es el episodio mejor dirigido de la primera temporada.
La serie nos sitúa, y ese es uno de sus grandes aciertos, en 1920,
principalmente en Atlantic City, ese 'Imperio del Embarcadero' al que hace
referencia el título, y arranca con la entrada en vigor de la prohibición de
beber alcohol que inició el reinado de la mafia.
Pero en esa época también pasaban otras cosas, como la lucha por el
sufragio femenino y, en el caso que nos ocupa, las elecciones a la alcaldía de
Atlantic City y a la Casa Blanca. No hay duda de que, en cuanto a argumento,
Boardwalk Empire es ambiciosa, mezclando en sus 12 capítulos de una hora drama,
crimen y política. Todo en torno a la figura de Nucky Thompson, el tesorero de
Atlantic City y mano que mueve los hilos del Ayuntamiento y de la mafia local.
Un gran personaje para un gran actor, Steve Buscemi, que brilla como nunca, y
más si hablamos de la versión original de la serie, con su peculiar voz.
Nucky Thompson es un personaje con muchas caras. En el último episodio
descubriremos un secreto bien guardado que nos lo revelará aún más humano, pero
en su relación con cierta viuda y con su padre, ya se deja apreciar su lado ‘bueno’,
aunque también es capaz de cometer cualquier crimen, si bien prefiere que la
mano ejecutora sean otros. Veremos a Nucky dirigiendo el Ayuntamiento y la mafia local, tratando de ganar las elecciones locales y las del país, debatiéndose
entre seguir con su amante o unirse a la viuda, enfrentándose con capos de
otras ciudades, con continuas apariciones de Chicago y Nueva York, enfrentándose
a su hermano en una trama que irá in crescendo y manteniendo una relación
pseudo paterna con Jimmy Darmodi.
Interpretado por Michael Pitt, en su mejor papel hasta la fecha, Jimmy es
otro de los grandes personajes de la serie. Hijo de una mujer que podría pasar por su
esposa (ya que lo tuvo a los 13 años con el mandamás de Atlantic City, y gran
papel, por cierto, para Gretchen Mol), a la que tiene en un pedestal, fue a la
universidad y se casó con la mujer de su vida, pero sirvió en la Primera Guerra
Mundial y eso le ha traumatizado, además de costarle la cojera en una pierna.
Se convertirá en el brazo ejecutor de Nucky, con quien también, como tantos,
mantiene una relación amor-odio.
Y el tercer personaje en importancia es el de Margaret Schroeder, magníficamente interpretada por Kelly McDonald, una mujer que acaba
abortando por las palizas de su marido, algo a lo que Nucky pondrá fin de una
manera brutal. Al inicio de la serie ella solo conoce la cara amable del
tesorero y se enamora de él. ¿Qué ocurrirá cuando empiece a descubrir su lado
oscuro?
Con una ambientación perfecta en cuanto a vestuario, decorados, etc., y un
reparto impecable, en el que se incluyen como personajes Al Capone y Lucky
Luciano cuando eran poco más que dos guardaespaldas, Boardwalk Empire también recurre a esa violencia a la
que nos han acostumbrado las películas de mafiosos, empezando por la masacre
inicial, bajo la dirección de Scorsese, y destacando un par de escenas de ejecuciones encadenadas, al más puro estilo de El Padrino.
Sin embargo, y tal vez porque los modelos sean tan elevados, uno tiene la
sensación de estar viendo precisamente, una versión light, más en cuanto a
argumento que otra cosa, de Uno de los nuestros. Posiblemente, el aspecto que
más debería mejorarse es la dirección y no abundar tanto en los lugares comunes
en el guión. En ese sentido, el desenlace de la primera temporada no acaba de
estar a la altura de lo esperado, tal vez porque más que cerrar tramas, muestra
por dónde irán los tiros en la siguiente entrega, dejando claro que aquí hay
historia para rato.
Todo ello no impide que hablemos de una de las mejores series del momento, un
claro ejemplo de que el mejor cine se hace ahora en televisión, y desde luego resulta una
gozada ver cada episodio, aunque sea solo por Steve Buscemi. Ojo al capítulo
11, con un par de escenas en las que te hiela la sangre.
El detalle 1: Puestos a ponerle pegas a la serie, para mí la trama más
floja es la del agente de la ley que persigue a los contrabandistas de alcohol.
Pese al gran trabajo del actor, Michael Shannon, esta trama va derivando hacia tintes cada
vez más ridículos, de manera que no solo desentona con el resto, sino que se
pierde la ocasión de hacer tan interesantes a aquellos que tratan de acabar con
los mafiosos como a estos.
El detalle 2: Una vez más, y van, las televisiones españolas castigan a su
público cuando la audiencia no responde como quieren. En plenas navidades,
mientras la mayoría de canales interrumpían sus series (caso de El Barco o Anatomía
de Grey), La Sexta estrenó Boardwalk Empire, al parecer solo para cubrir el
descanso de Salvados. Que en el tercer domingo de emisión ya echasen tres
capítulos en lugar de los dos iniciales empezaba a apuntar que la audiencia no
respondía lo suficiente. La semana siguiente volvieron a emitir dos capítulos,
pero retrasando el horario de las 21:30 a las 23:00, después de las aventuras
culinarias de Chicote. Y para rematar, la quinta y última semana de emisión
echaron los tres últimos capítulos (y hablamos de episodios de una hora de
duración cada uno) ¡a las 0:30! de la noche. Si lo que se proponían era que
nadie viera el desenlace, casi lo consiguieron. Por desgracia, no solo no ha
sido la primera vez, sino tampoco, mucho me temo, la última.
La verdad sí es verdad lo que dices en cuanto a la ambientación, los decorados y las actuaciones, son impresionantes, creo que la ropa es lo más genial, es una serie de drama muy buena, tiene cosas que la hacen parecer una gran superproducción de Hollywood, se ve que se gastan mucho dinero en cada episodio.
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