miércoles, 1 de mayo de 2013

'Iron Man 3': Y Tony Stark salva el día (por los pelos)


James Rhodes: ¿Este es el Mandarín?
Tony Stark: Pues sí.
James Rhodes: Es lamentable.

El diálogo anterior sintetiza a la perfección lo que puede sentir el fan de los cómics de Iron Man tras ver la tercera entrega cinematográfica del personaje, que, vaya por delante, me ha parecido la más floja de las tres, aunque una vez más el espectáculo está garantizado. Sin embargo, lo que han hecho con el Mandarín, es imperdonable. 

Debo decir que no he leído ningún cómic con el Mandarín, por lo que no conozco a fondo el personaje, pero estamos ante la némesis de Iron Man, su enemigo mortal, el Joker de Batman. Así que, si bien es cierto que la idea es realmente muy buena, e incluso da pie a ciertas reflexiones más que interesantes, la verdad es que podrían haber cogido otro personaje para ello. Y sin desvelar nada del argumento, parece increíble que un actor de la talla de Ben Kingsley se preste a esto, aunque desde luego parece que se lo ha pasado en grande. En fin.

Olvidando este 'pequeño' detalle, en Iron Man 3 no se echa de menos al director de las anteriores entregas, Jon Favreau, que sigue apareciendo como intérprete, y al que reemplaza a la perfección Shane Black, que no dirigía desde su ópera prima, Kiss, kiss, bang, bang (2005), policíaco de culto en el que ya interviniera Robert Downey Jr. Aquí los problemas vienen del guión.

Al estilo Batman-Nolan, sobre todo la tercera parte, y después de que Tony Stark viera la muerte de cerca en el final de Los Vengadores, tenemos a un protagonista algo más oscuro que de costumbre, que se replantea su vida. Eso no impide que el film abunde tanto en ese humor ligero y desenfadado al que nos tiene acostumbrados, y que por contra naufrague en ese replanteamiento, casi reducido a unos ataques de ansiedad poco menos que ridículos.

Y eso que la trama personal de Stark acaba siendo de lo mejor de un film, en el que el principal problema viene de las motivaciones del villano de turno, en la parte menos trabajada y más tópica del guión... que por cierto adapta la saga Extremis... y no podemos decir nada más.

El film está cargado de acción, aunque tiene el hándicap de que es muy, muy difícil igualar el clímax de Los Vengadores. Pero curiosamente, Tony Stark gana, y mucho, en metraje a Iron Man, y tal vez la mejor parte de la película sea aquella en la que Tony ejerce de investigador, demostrando que no le hace falta la armadura para ser un héroe... acompañado, por cierto, de un nuevo 'ayudante' muy especial.

Al final, entre la rutina y la espectacularidad, Robert Downey Jr vuelve a ser la mejor baza de la franquicia,  ya que no interpreta, es Tony Stark, junto a una Gwyneth Paltrow que cada día está más radiante, y que aquí tiene la competencia de la siempre eficaz Rebecca Hall. Don Cheadle cumple como James Rhodes en esos momentos en los que el film parece una buddy movie, y Guy Pearce da vida con intensidad al enésimo malo de opereta (ese prólogo...)... aunque tenga un sorprendente secreto...

Y el final nos deja algunas novedades, que veremos cómo evolucionan. Buen pasatiempo, pero habrá que empezar a cambiar las cosas si la franquicia no quiere morir de repetirse a sí misma. Primer toque de atención.

PD: Y sí, esta es una de esas películas que no están a la altura de su tráiler.

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