jueves, 16 de diciembre de 2010

...pues yo le habría dado el Oscar a 'Avatar'

Pues sí, así de claro. Casi un año después de que arrasase en los últimos Oscar he visto ‘En tierra hostil’, film que no me había interesado demasiado y que tengo claro que no volveré a ver. La película en sí es impecable y logra lo que se propone: hacernos vivir, más que contemplar, el día a día de un equipo de militares dedicados a desactivar bombas en la guerra de Irak. Kathryn Bigelow (vaya por delante que esta mujer se ganó mi admiración con ‘Le llaman Bodhi’ y sobre todo ‘Días extraños’) realiza una labor extraordinaria como directora, pero seamos serios, este film no tiene ni punto de comparación con ‘Avatar’, que a diferencia del que nos ocupa, sí narra una historia, por manida que sea, pero grandiosa, épica y espectacular. Además de mostrarnos imágenes, mundos y criaturas nunca vistos en una pantalla. Y no he dicho nada del 3D, que por sí solo le valía el Oscar a Cameron (que al fin y al cabo ya tiene uno).

‘Avatar’ incluso tiene personajes, a diferencia de ‘En tierra hostil’, donde nos da bastante igual lo que les pase a los tres protagonistas, tres soldados sin apenas rasgos diferenciadores más allá de que el protagonista no está muy bien de la cabeza, como sabemos desde el principio, por lo que el final tampoco revela nada que no supiéramos.

Y sí, visualmente es perfecta y las secuencias de acción trasladan toda la tensión del momento, pero para eso haberle dado el Oscar a ‘El ultimátum de Bourne’, por ejemplo, muy superior a este panfleto, ya que al final no es otra cosa, del ejército norteamericano en Irak. Repito, seamos serios, si esto era la mejor película de 2009 en Hollywood, apaga y vámonos. Y en comparación con 'Avatar' no resiste ni el asalto técnico, puesto que estamos hablando de una película que ya forma parte de la historia del cine (me refiero a 'Avatar', claro).

Por cierto, bastante curiosa la traducción del título. Cierto que 'En tierra hostil' sintetiza a la perfección el entorno en el que trabajan día a día los soldados norteamericanos en Irak, pero nada que ver con el título original, 'The hurt locker', o lo que es lo mismo, 'el muñeco de la caja' al que hace referencia el protagonista, Jeremy Renner (de lo mejor de la película, aunque tampoco es una interpretación para tirar cohetes) poco antes de los títulos de crédito finales. Ese muñeco que saltaba de una caja al destaparla cuando era niño, en aquella época en la que cualquier cosa nos emocionaba. Ahora, sólo encuentra esa emoción al desactivar bombas, es el único momento en el que se siente vivo. Porque ese es el gran tema del film, la guerra como adicción.


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