Aun sin llegar a los niveles alcanzados por Buffy cazavampiros, la sexta
temporada de Smallville es sin duda la mejor hasta el momento, aquella en la
que por fin avanzan las tramas hacia un punto de no retorno. Pero sobre todo,
es en la que la serie, que empezó ambientada en el instituto, da el paso al
culebrón adulto.
Y es que lo realmente importante en esta temporada es el triángulo amoroso
entre Clark, Lex y Lana. Con los dos últimos conviviendo ya juntos, la primera
mitad de la temporada es su boda la que centra la atención. ¿Habrá vuelta
atrás, volverá Lana con Clark? La cosa se complica más con su embarazo hasta
llegar al capítulo 16, Promesa, en el que no solo seremos testigos de la boda
del año, sino del momento que los espectadores han aguardado desde el
principio: cuando Lana descubre el secreto de Clark. Aunque habrá que esperar
un poco más para que sea el propio Clark quien se lo explique todo. Y tras la
boda, continuará el viaje de Lana al lado oscuro, ¿Sin retorno?
Pero la gran novedad de la temporada es la inclusión de un nuevo personaje,
aunque esto no se refleja en los títulos de crédito, que repiten de la
temporada anterior. Y es que Smallville incorpora a un nuevo héroe, Green
Arrow, el arquero esmeralda cuya auténtica identidad es la de Oliver Queen,
otro millonario dedicado a luchar contra el crimen a lo Batman. Smallville nos
ofrece una visión menos torturada de Queen que la reciente Arrow, y aunque
mantiene la muerte de sus padres, al igual que en el cómic, la nueva aportación
es constuirle un pasado vinculado a Lex, que da para mucho.
Green Arrow acaba siendo una serie dentro de la serie,
encontrándole por fin un ‘objetivo’ a Lois, convertida en el interés amoroso de
Queen, que le oculta su doble identidad, de manera paralela a como hace Clark
con Lana. Lo más interesante es que Queen le sugiere a Clark que deje de
esperar a que los malos actúen y adopte una postura activa, haciendo más con
todos esos poderes que tiene.
La presencia de Green Arrow concluirá justo en el ecuador de la temporada,
con el capítulo 11, Justicia, en el que la serie recupera a otros héroes
aparecidos con anterioridad –Flash, Aquaman y Cyborg- para formar la Liga de la
Justicia en versión Smallville. La Liga, sin Clark, se marchará a luchar contra
el crimen por todo el mundo, dejando que la serie se centre en el culebrón de
la boda… al tiempo que Lois casi desaparece.
Pero las tramas se acumulan en esta temporada. La más floja, la caza por
parte de Clark de los monstruos que escaparon de la zona fantasma en el
arranque de esta nueva entrega, lo que sirve para sustituir a los poderes que
daba la kriptonita a los vecinos de Smallville. Pese a ser la trama con la que
se cerrará la temporada, es la más floja, aunque sirva para presentar a otro
personaje clásico del universo DC, el Detective Marciano, que aquí,
curiosamente, es negro.
Más interés tiene la trama en la que Lex recupera, si es que lo dejó alguna
vez, el proyecto del almacén 33.1, su colección de ‘rarezas’, dispuesto a todo
con tal de conseguir un supersoldado que luche contra los Zod y otras amenazas
extraterrestres. Lex ya no se detiene ante nada, y caza a todos los que tienen
poderes… incluida Chloe, en un giro inesperado que va a dar para mucho.
La joven periodista tendrá además nuevo interés amoroso, con el debut de
Jimmy Olsen, el joven fotógrafo del Daily Planet, y un
emotivo reencuentro con su madre en el capítulo 18, Descendencia, encarnada,
por cierto, por Lynda Carter, la Wonder Woman más famosa, en otro de esos
homenajes que tanto gustan en Smallville.
Quien empieza a perder protagonismo es Martha Kent, cada vez más ocupada
con su labor política, sin perder de vista a Lionel Luthor, más manipulador que
nunca, y de nuevo sin que sus intenciones resulten nada claras.
Todo para llegar a un nuevo ‘continuará’, con varios personajes
aparentemente fallecidos o a punto de hacerlo, algún detenido y Clark en plena
pelea con un villano cuya identidad solo descubriremos en el último plano.
Y ahora, un análisis más detallado con los mejores capítulos.
La temporada arranca con el enfrentamiento definitivo entre Clark y Zod,
para luego bajar el nivel con un segundo capítulo en el que Clark tiene su
primer resfriado y un tercero en el que se enfrenta al primer evadido de la
zona fantasma, una planta que se alimenta de hombre. La cosa mejora con la
presentación de Green Arrow y el regreso de la chica a la que Clark conoció en
la zona fantasma.
A destacar el capítulo 10, Hydro, no porque aparezca como villana Tori Spelling, sino
por la divertida trama en la que Clark ayuda a Oliver a demostrarle a Lois que
no es Green Arrow… y que acaba con el primer beso entre Lois y Clark, sin que
ella lo sepa. Divertidísimo.
El ‘romance’ entre Lois y Clark dará un nuevo paso en el capítulo 13,
Carmín, en el que un pintalabios con kriptonita roja ¡! provoca la escena más de
culebrón de la temporada, con Clark echando a perder la cena prenupcial entre
Lex y Lana.
También habrá tiempo para Laberinto, un juego mental en el capítulo 12, en
el que Clark ‘descubre’ que está encerrado en un psiquiátrico y toda la serie
es una invención suya. Y antes del capítulo 21, Prototipo, en el que casi se cierra la trama del
supersoldado de Lex de una manera bastante mediocre, tenemos Antagonista,
capítulo 19 en el que veremos a Lex y Clark trabajando juntos para salvar sus
vidas… y tal vez su amistad, y Cine negro, un capítulo 20 en el que lo mejor es
el sueño de Jimmy que nos da una versión de todos los personajes en inmaculado
blanco y negro, como si de una peli de Bogart se tratara. Sin duda, lo mejor de
la temporada aunque apenas dure medio capítulo.
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