jueves, 8 de agosto de 2013

Un americano demasiado tranquilo


Poco a poco voy completando mi lista de films pendientes de George Clooney. El pasado domingo, en La 1 y sin cortes publicitarios, le tocó el turno a The American (2010), una de las cintas más flojas en las que se ha implicado el actor norteamericano en los últimos años.

Clooney ha destacado en los últimos tiempos por elegir muy bien sus proyectos, lejos de aquellos inicios en los que el salto de la tv al cine resulta un tanto traumatico, con películas como El pacificador (1997), Abierto hasta el amanecer (1995)… o Batman y Robin (1997).

Pero maticemos, Clooney eligió para The American a un buen director, el holandés Anton Corbijn, pero también se decantó por un guión mediocre. El argumento, más visto que visto, nos presenta a un veterano asesino a sueldo quien tiene que esconderse al descubrir que le persiguen. Mientras trata de pasar desapercibido en un pueblecito italiano, se dedica a cumplir un nuevo encargo: fabricar un fusil especial para otro asesino.

Como ya he apuntado, la dirección de Corbijn es lo mejor del film, ya que le saca al pobre guión todo su partido y mucho más. Para empezar, convierte el pueblo italiano en un personaje más, en un escenario que explota al máximo, dándole un encanto particular a la película. También le da un ritmo pausado, lento si se quiere, pero que es el que le corresponde a la trama, mostrándonos cada movimiento y cada decisión del protagonista de una manera impecable. Aquí, tal vez lo más interesante sea esa faceta de artesano del personaje de Clooney, dedicado en cuerpo y alma a lo que mejor se le da: fabricar armas.

El actor también está a la altura del reto, con una interpretación comedida, más de gesto que de palabra, transmitiendo el mundo interior de este hombre que ha hecho del asesinato su modo de vida, y que se pregunta si no ha llegado el momento de dejarlo y tratar de eludir la soledad a la  que parece condenado.

Por desgracia el guión, plano hasta decir basta, no da para más. Cierto que no estamos ante un thriller, sino ante una película de personajes, pero en la que no hay ninguna sorpresa, ningún giro sorprendente, apenas se explica quien va tras el protagonista –lo cual tampoco es que fuera imprescindible dada la propuesta- e incluso el final resulta más que previsible. Ni siquiera se aprovecha el personaje del sacerdote con el que traba cierta amistad el protagonista durante su retiro y la historia de amor con la prostituta resulta más que tópica, aunque la belleza de Violante Plácido y Thekla Reuten hacen más llevadero el metraje. 

Lo dicho, el director, Clooney y el resto del reparto exprimen al máximo el guión para lograr una cinta en la que casi todo funciona con corrección y elegancia, pero que no sorprende y acaba dando la sensación de ya vista. Un homenaje al noir de los 70, sobre todo francés, pero con un argumento apenas esbozado.


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