Resulta difícil de creer que Smallville (2001) llegase a las 10 temporadas después
de ver la primera. Partiendo de una idea similar a la de Buffy, cazavampiros,
una serie de ‘superhéroes’ en el instituto, lo cierto es que Smallville tiene
más en común con las clásicas tramas de instituto USA que con otra cosa, siendo su
componente superheroico el más flojo.
Así, en esta primera temporada tenemos al futuro Superman, un Clark Kent
adolescente, perdidamente enamorado de una compañera de clase, Lana Lang, que
poco a poco va dándose cuenta de que se está enamorando de Clark… solo que la
guapa animadora sale con un jugador de rugby, Whitney. Más típico, imposible.
Whitney, por cierto, aunque no es el dechado de virtudes que es Clark, y
aunque intentamos que nos caiga mal, lo cierto es que en el fondo es un buen
chico, lo cual le complica aún más las cosas a Superboy, que mientras, va
descubriendo sus poderes y en esta primera temporada aún no sabe que es capaz
de volar.
Para completar las tramas amorosas tenemos a Chloe, aprendiz de periodista
y amiga inseparable de Clark, a su vez enamorada de este, con lo que ya son dos
los amores no correspondidos. Por último, las amistades de Clark se completan
con Pete, que parece únicamente estar ahí para cumplir con la cuota racial,
puesto que es un personaje que no aporta absolutamente nada…
…Todo lo contrario que Lex Luthor, el gran hallazgo de la serie. Aquí Clark
y Lex son amigos del alma pese a sus diferentes orígenes sociales. Lex es casi
una serie dentro de la serie, y es de lejos lo más interesante de la misma, ya
que capítulo a capítulo asistimos a la creación del mayor villano de Superman,
en un magnífico tratamiento psicológico del mejor personaje de Smallville.
Obsesionado con un padre autoritario y por la ausencia de una madre
fallecida, Lex idolatra a los padres de Clark (otro de los puntos fuertes de la
serie), y tras un pasado de lujo y placeres desenfrenados, busca en la amistad
de Clark su redención y escapar a los planes que tiene para él su padre… pero
su lado oscuro no dejará de tentarle. Y ojo a cierta visión del futuro en el
capítulo 7.
En cuanto a la parte superheroica, la serie abusa del recurso a la lluvia
de meteoritos provocada por la llegada de la nave de Clark, que parece haber
dado poderes a todo el mundo. Un recurso demasiado fácil para justificar al
villano de cada episodio durante una temporada de 21 capítulos.
De hecho, las mejores tramas son aquellas en las que se apartan de ese recurso,
como en el noveno episodio, Chantaje, donde un policía descubre los poderes de Clark y le
chantajea para lograr sus fines. Ahí es donde Clark lo tendrá más difícil y
deberá usar el cerebro en lugar de la fuerza bruta para salir del paso.
La temporada, eso sí, concluye por todo lo alto con el clásico baile de final de
curso, varias relaciones llegando a un nuevo punto y hasta cuatro
‘continuará’. Por cierto: que tres de los ocho personajes principales (Clark,
Lana, Chloe, Pete, Lex, Whitney y los padres de Clark) no intervengan en
ninguna de esas cuatro situaciones, no dice precisamente mucho en su favor, o sobre el futuro que les espera en la segunda temporada…
El detalle: Junto a los intérpretes principales encontramos múltiples
secundarios, desde una jovencísima Amy Adams que iniciaba una carrera que
ya la ha llevado a lograr varias nominaciones al Oscar, a la conejita de
Playboy Kelly Brook, que durante varios capítulos tienta a Lex.
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